Entre los deseos y la realidad
El amigo y compañero Juan Manuel Peluffo ha criticado las últimas notas de este blog, y ha hecho una defensa de lo que él llama “el proceso” K, considerando que esa es una mejor conceptualización que la de “modelo”, ya que esta última sería “estática”. Lo extraño es que Peluffo atribuye a este blog el “error” de llamar “modelo” a algo que debería llamarse “proceso”, cuando es el gobierno quien machaca constantemente con la idea del “modelo”, y jamás habla de “proceso”. El error de atribuir a este blog conceptos y opiniones que no tiene ni jamás ha vertido en sus entradas, se repetirá varias veces, a lo largo del trabajo de Peluffo. Ello torna bastante enojosa la tarea de defender la opinión original, ya que no sólo hay que refutar las críticas que lo merezcan, sino que también hay que aclarar que uno no escribió muchas de las cosas que el crítico responde como si así hubiera ocurrido. Algunas de esas cosas le merecen el calificativo de “dislate”. Esta observación no es formal, sino met