El pastorcito mentiroso y el lobito "Stiuso"
La Nación de hoy, 16 de octubre de
2015, publica un artículo según el cual, el 18 de febrero pasado,
el ¿ex? SIDE Antonio “Jaime” Stiuso fue retenido por migraciones
antes de dejar el país en un paso fronterizo. Se hicieron
averiguaciones en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), ésta
hizo averiguaciones en el juzgado en el que se investiga la muerte
del fiscal Nisman, y finalmente se lo autorizó a abandonar el país:
La explicación que el gobierno da a la
opinión pública es que “en ese momento” no había razones para
impedirle la salida del país. No había ningún pedido judicial en
ese sentido:
Lo que ningún diario ni oficialista ni
opositor publica en relación con este tema es que, tan sólo 5 días
después de ese hecho, el ejecutivo denunció a Stiuso por
contrabando y evasión fiscal, por maniobras efectuadas desde la Ex
SIDE durante 2013 y 2014:
http://www.telam.com.ar/notas/201502/95928-parrilli-denuncia-irregularidades-importaciones-side.html
Por lo tanto, ahora sabemos que, cuando
el gobierno denunció a Stiuso por maniobras realizadas con bastante
anterioridad, ya sabía que éste no estaba en el país, cosa que no
fue informada a la opinión pública al momento de poner en
conocimiento de ella esta denuncia.
Puede decirse entonces que, si hubiera
sido un poco más “diligente” el ejecutivo en denunciar lo que
había pasado en sus propias oficinas, bastante tiempo atrás, tal
vez algún juzgado hubiera librado alguna orden de restricción de
salida del país contra una persona investigada por contrabando y
evasión fiscal.
También podría decirse que el
gobierno, deliberadamente, sólo hizo la denuncia cuando sabía que
el denunciado no podía ser detenido en el país, y que los secretos
que guarda, estaban a salvo a miles de kilómetros de distancia.
O bien podría decirse que, una vez
sabido que el ex agente había escapado y que el gobierno no había
hecho aún ninguna denuncia en su contra, ordenó se preparara en
tiempo récord una denuncia por manejos que habitualmente se hacen en
los servicios de inteligencia, porque era lo único que se tenía a
mano.
Mucho, pero muchísimo tiempo después,
tratándose de la necesidad de atrapar a un personaje con recursos
para ocultarse, se hicieron otras denuncias penales por temas más
sustantivos:
¿Algún día explicará Parrilli
porqué hicieron todo cuando ya no se podía atrapar al sujeto?
O será que, como en la fábula del
pastorcito, cuando diga la verdad ya nadie le va a creer.
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