Etica y política
En charlas de café, en sobremesas de reuniones de amigos, en conversaciones con compañeros de trabajo, pero también en reuniones políticas, cuando se analizan hechos de corrupción en el manejo de fondos públicos, las personas demuestran diferentes grados de aceptación, de tolerancia o de resignación. Cuestión difícil si las hay, que hasta es complicado definir de qué estamos hablando: no nos referimos a las actitudes individuales de personas inescrupulosas que aprovechan, para sí, ciertas posibilidades de hacerse con lo que no les pertenece. Hablamos de apropiaciones colectivas, organizadas con un fin que no es el enriquecimiento o el disfrute individual de dinero o bienes materiales, sino para sostener las actividades de una organización. Una asociación ilícita cuyo fin sea apropiarse de dineros públicos, merced al acceso que pueden tener sus integrantes, por el hecho de ser funcionarios públicos, no sería un objeto de discusión política si el único fin de esta apropiación fu