Sobre el "modelo" del gobierno "K" (nota 2)

¿Cuáles son los objetivos que el gobierno propone?

El actual gobierno se presenta como distinto, o sea un gobierno que no busca conservar el “statu quo”. Por lo tanto, como un “gobierno de cambio”.

En un principio, el “cambio” que expresaba el gobierno consistió en “recuperar” la “normalidad”: restablecer la autoridad presidencial, legitimar la cúspide del poder judicial, investigar y sancionar los crímenes de lesa humanidad cometidos en el pasado impulsando la sanción de leyes que anularan la impunidad. Esta batería de medidas de carácter político-institucional, demuestra el carácter determinante de lo político-institucional en relación con lo económico-social.

Esa primera etapa, de “restauración de la política y del poder del estado”, no requería la formulación de una utopía social. El “cambio” más importante era “recuperar un país normal”. Por otra parte, ¿qué individuo, grupo o sector social hubiera atribuido credibilidad a cualquier utopía social formulada desde un estado que no tenía autoridad en el poder ejecutivo, que estaba sospechado de corrupción en el parlamento, y que carecía de independencia en la justicia?

Para beneficio del gobierno, pero también de la sociedad, esa etapa fue exitosa. Y a partir de ella, se pudieron confrontar diferentes visiones del orden económico, político y social, con entidad mayor que un mero divertimento académico.

Este tipo de confrontación, que se da en toda sociedad con estabilidad institucional, consiste en la puesta en acción de los recursos de poder (económicos, simbólicos, organizacionales, electorales, etc.) de los diferentes actores. El gobierno hace uso de los recursos que legítimamente le da el aparato del estado. Y es a través de su discurso, pero fundamentalmente de su acción, que se infiere su proyecto real. A más de 7 años de gobierno, es factible analizar su proyecto a partir de sus acciones, y también de sus omisiones.

Si volvemos a los elementos que caracterizan al “modelo”, salvo la idea de “inclusión social”, que puede ser un fin, todos los demás aspectos son “medios”.

Incluso la idea de “inclusión social” resulta limitada, cuando se incluye en ese concepto que una parte de la población tenga ingresos para consumir los bienes indispensables, gracias a transferencias del presupuesto, pero no participa del proceso productivo. Se trata de una idea muy modesta para el siglo XXI, y sobre todo muy alejada del concepto de dignidad.

Puede concederse que esto es una transición. Pero entonces habrá que indicar cómo llegar a la “verdadera” inclusión social. En esto el gobierno es deliberadamente ambiguo. Sólo habla de las cosas que ya hemos mencionado, como si la mera insistencia y permanencia de los “medios”, condujeran automáticamente al “fin”.

Se omite por completo la propuesta y el debate acerca de la estructura productiva que se desea para el país. Y que en los hechos se está operando. En un gobierno que hace de la “intervención estatal” y de las “políticas activas” instrumentos privilegiados, eso resulta por lo menos sospechoso.

Mañana, Nota 3: ¿Cuál es la estructura productiva que se está consolidando en el país?

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