Lectura recomendada

Alguna vez se ha hablado en este blog de "maniqueísmo".

Hoy el periódico Crítica de la Argentina publica una nota de opinión de Alberto Fernández, quien fuera Jefe de Gabinete de Ministros de Néstor Kirchner, que se refiere a ese tema, a propósito del debate instalado por el gobierno, sobre el comportamiento de los grupos monopólicos propietarios de medios de difusión.

Es una opinión interesante y, sobre todo, valiente, en un momento en el cual el "progresismo" se inclina por apoyar y hacer seguidismo de las iniciativas del gobieno en esta materia, las cuales, dicho sea de paso, tienen una raíz objetiva que parte de la nefasta influencia de los monopolios en cualquier esfera de la producción, pero sobre todo en la producción de información y de opinión.

Desde luego que aquellos que apoyan al gobierno interpretarán que la opinión de Alberto Fernández, a diferencia de lo que se acaba de afirmar, nada tiene que ver con la valentía, sino con sus propios intereses y con las inconfesables alianzas que este personaje hasta ayer oficialista, estará tejiendo con los dueños de esos monopolios.

Lo más probable en la Argentina de hoy es suponer que cualquier opinión está motivada por intereses, y no por convicciones. Quien así sospeche en la mayoría de los casos no se equivocará. Pero si esto es válido para Alberto Fernández, ¿porqué no lo sería para Néstor Kirchner?

¿Son las convicciones antimonopólicas del gobierno una "marca de identidad" desde el principio de su gestión? ¿Lucharon por imponer legislaciones antimonopólicas en la provincia de Santa Cruz? ¿Lo hicieron cuando la gobernaron? ¿Lo hacen hoy en relación con todos los mercados monopólicos u oligopólicos que existen en el país que gobiernan desde hace tanto tiempo? ¿Porqué facilitaron y consintieron la prórroga de contratos de explotación petrolera, en su provincia y en las provincias gobernadas por gobernadores amigos, antes de su vencimiento, lo que no parece una política antimonopólica? Y podríamos seguir cuestionando la "sinceridad" de las opiniones antimonopólicas de los Kirchner.

En cualquier caso, el gobierno con mucha inteligencia continúa teniendo la iniciativa política, no se deja acorralar ni siquiera cuando pierde elecciones y pierde el control parlamentario de una o de las dos cámaras.

Más allá de las verdaderas intenciones del gobierno, es saludable la movilización social en pos de la democratización de los medios de comunicación. Pero también hay que decir que esa movilización, en la cual se monta el gobierno, es muy anterior a él, y continuará aún después de él.

Como los derechos humanos. No le pertenecen a ningún gobierno. Le pertenecen al pueblo argentino en su conjunto.

Pero volviendo al tema, lo más cómodo, entonces, es hablar mal de los monopolios de los medios de comunicación. Y hace muy mal el falso progresismo argentino en "dejar pasar" las injusticias que, en pos de un objetivo "políticamente correcto", comete una conducción política que nunca dio pasos reales para ampliar las esferas de libertad y de decisión de la gente. Como por ejemplo acusar de "colaboradores" de los dueños de las empresas a quienes trabajan en ellas y no suscriben el discurso oficialista.

Y dicho esto, se aclara, por si hiciera falta, que estas líneas no pretenden defender a ninguno de los periodistas cuestionados. Ellos son gente grande y se sabrá defender sola, o responder frente a su propia conciencia y a la de sus compañeros de trabajo, si realmente no defienden su independencia de criterio.

Mucho menos se pretende apoyar a Alberto Fernández, cuya trayectoria política es bastante lamentable.

Pero eso no le quita razón a cada una de las palabras de su nota de opinión de hoy, y más allá de todo lo demás, se recomienda su lectura haciendo "click" en el título de esta entrada o en el siguiente link:

http://www.criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=40824

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